Los verdaderos conocedores del vino saben que, dependiendo de la época del año, la hora del día, el clima y el estado de ánimo, el vino puede ser una adicción agradable, inspirarnos, darnos tranquilidad o levantarnos. Hay muchas clasificaciones de vinos, una vez que conoces las que hay puedes ampliar las opciones, de modo que cada momento puede estar acompañado por un vino. Los vinos se pueden clasificar según diferentes criterios, por ejemplo, según el nivel de azúcar, el origen de las uvas o la graduación de alcohol que tengan. Hoy nos centraremos en la clasificación de los vinos por cantidad de gas en el vino.
Según este criterio, los vinos se pueden dividir en los que contienen dióxido de carbono y los que no. Los que sí que contienen dióxido de carbono, a su vez, se dividen en varios tipos: vino espumoso, vino de aguja, vino de perla o vino perlado y vino gasificado.
Tipos según la cantidad de gas en el vino.
Vino Tranquilo
El primer tipo es el vino que en sí contiene un indicio de ausencia de inquietud. Los vinos llamados tranquilos son los que no tienen presencia de gas en vino y su graduación alcohólica es inferior a 15º. Estos vinos son los vinos blancos, rosados y tintos. Los vinos tranquilos son de consumo más habitual, que también pueden conocerse como vinos de mesa. Sin duda, el método de la producción del vino tranquilo difiere según el tipo de vino que queramos elaborar.
Pueden ser; el vino blanco que es fermentado el mosto sin las pieles; el vino rosado fermentado en contacto con las pieles de la uva y el mosto para conseguir ese color; y el vino tinto que se fermenta junto a las pieles en búsqueda de polifenoles y taninos.
Vino Espumoso
Los vinos espumosos son los siguientes en esta clasificación en términos de contenido de gas carbónico. Por su origen o elaboración especial, estos vinos retienen parte del dióxido de carbono de su propia fermentación o azúcares añadidos. Este dióxido de carbono gaseoso se libera en forma de burbujas sin espuma. Suelen ser de color rosa o blanco.
Cabe destacar que los vinos espumosos se caracterizan por una larga crianza y una segunda fermentación en botella, lo que les confiere un alto contenido en carbono. El famoso cava español es principalmente un vino espumoso. El vino que destaca en la carta de vinos espumosos es Brut Nature Chardonay Ecológico 2018 de la bodega Vega Tolosa. En una botella original, Audrey Champ es un delicado brut natural, elaborado con un método tradicional. El vino se elabora a partir de un original coupage de las mejores uvas, cuidadosamente cultivadas en La Manchuela: Chardonnay, Macabeo y Sauvignon Blanc.
Este vino creado para deleitar los gustos más exigentes, eligiendo exclusividad a la hora de compartir esta botella. Tiene color amarillo pálido con ligeros tonos verdosos, es limpio y brillante. Se caracteriza con abundantes finas burbujas, con formación de corona. Al probar este vino, sentirás aroma limpio,largo, elegante y frutal en boca, lo que es un buen equilibrio gustativo.
Vino de aguja
Se debe prestar especial atención a la falla de la aguja. Los vinos de aguja son vinos jóvenes y no espumosos. Estos vinos se deben consumir en el mismo año, para poder apreciar bien su frescor y el encanto de sus burbujas. El vino de aguja también puede ser gasificado. Esto se produce cuando parte del gas carbónico que contiene el vino de aguja ha sido adicionado.
Aunque el vino de “aguja” no es un cava, ni un vino espumoso, gracias a su elaboración, este tipo de vino retiene una pequeña cantidad de gas en vino. Cuando llega el momento y abres la botella, este gas sale en forma de burbujas, pero no forma espuma.
Para la elaboración de vino de aguja se utilizan las mismas variedades de uva que para la producción de otros tipos de vinos. Para los vinos blancos suelen utilizar los mismos que van a la elaboración del cava, por ejemplo, Macabeo, Parellada y Xarel. Para los rosados se suelen utilizar Garnacha, Sirach, Tempraniyo, Merlot y similares.
Por tanto, el vino no requiere una variedad de uva específica. En algunos casos, cuando el vino se elabora con uvas Moscatel, el producto es un poco más dulce que el elaborado con otras variedades de uva.
Para disfrutar realmente del vino de aguja, debe servirse un poco frío para que pueda disfrutar plenamente de la frescura y la ternura de esta bebida. Este vino es ideal para refrescarse en una calurosa tarde de verano.
Vino de perla o vino pelardo es un vino con gas carbónico a una presión ligeramente superior al vino de aguja (entre 2 o 3 atmósferas). A veces se les incluye dentro de los vinos de aguja.
Vino Gasificado
Al final de la conversación sobre el gas en vino, es necesario hablar de vino gasificado. Este vino contiene anhídrido carbónico de procedencia ajena al vino (exógeno). Pero hay que tener en cuenta que también puede contener además parte de gas carbónico natural (endógeno) procedente de fermentación. Según Vinetur, la revista digital del vino, en España, vino gasificado, es al que se le añade carbónico, independientemente que el vino contuviese parte de carbónico de origen natural.
En este vino no se limita la presión, excepto cuando se envasa en botella de forma champanesa, entonces su presión mínima será de 4 atmósferas a una temperatura de 20º C. Su elaboración es una forma simplificada del sistema “Granvás”, donde la fase de segunda fermentación natural se sustituye por la adición de CO2.
No se parecen a los espumosos naturales desde el punto de vista organoléptico. Lo único que lo hace relacionado con el vino espumoso natural es la presencia de dióxido de carbono. Sin embargo, en el caso de este vino, el gas está menos integrado en el vino, por lo que el tamaño de la burbuja es mayor y su persistencia en la copa es menor.
Detrás de todas estas características hay un maravilloso mundo de vinos de calidad, cuya elección resultará acertada en cualquier caso. Solo falta encontrar una excusa digna para degustar estos maravillosos vinos.